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lunes, 18 de junio de 2007

La toma de posesión

El pasado sábado 16 de junio, a las 12 de la mañana, se celebró en el Ayuntamiento el primer Pleno de la Legislatura 2007-2011. En este pleno los concejales electos tomaron posesión de su condición de concejales y se eligió al Alcalde de Valencina. Salió elegido Antonio Suárez, el candidato del PSOE, con mayoría absoluta, con los votos de su partido. La nueva Corporación municipal la forman 13 concejales cuya distribución es la siguiente:
PSOE : 7 concejales
PP: 4 concejales
IU: 1 concejal
PSV: 1 concejal.
En el Pleno nuestro candidato Francisco Arellano se votó a sí mismo y realizó un discurso que fue el siguiente:
Este concejal electo quiere comenzar su andadura como representante político del pueblo de Valencina agradeciendo a los vecinos y vecinas, que el pasado 27 de mayo, apoyaron con su voto la candidatura de Izquierda Unida.

Quiero aprovechar este acto para reconocer la labor de todas las personas que me han precedido como concejales de Valencina, por Izquierda Unida y por el Partido Comunista, a lo largo de estos 30 años de democracia, y agradecer a todos los compañeros y compañeras que con su trabajo y con su entrega han hecho posible que Izquierda Unida tenga representación política en su Ayuntamiento.

La labor política de Izquierda Unida durante esta legislatura, que hoy comienza, consistirá en trabajar para que las propuestas contenidas en nuestro programa electoral se lleven a cabo. Esto es, la transparencia en la gestión y en la información, el control del gasto, una real y efectiva participación del vecindario en la política municipal, un desarrollo urbanístico racional y sostenible, al servicio de los vecinos y no al de los intereses inmobiliarios, la demanda de viviendas dignas y accesibles, la preservación, defensa y valoración de nuestro patrimonio arqueológico y cultural, la protección de nuestro entorno medioambiental, la extensión de las políticas sociales, la garantía y efectividad de una auténtica igualdad de oportunidades, el apoyo a las pequeñas empresas y al comercio local y el compromiso de aplicar nuevas políticas, de favorecer nuevas formas en el ejercicio del poder y en la de relación con nuestras vecinas y vecinos.

Exigiremos que esta Casa deje de ser propiedad del alcalde y de su partido, que a los trabajadores y trabajadoras municipales se les respete, se les garantice su independencia y, en vez, de reclamarles fidelidad política, se les valore su profesionalidad y se les aliente a mejorar el servicio público que prestan, que a los vecinos y vecinas se les consideren ciudadanos de pleno derecho, no súbditos del que gobierna. Insistiremos en mejorar los servicios municipales para que sean eficientes y rentables.

Denunciaremos con dureza la contratación a dedo y el despido arbitrario, el insulto y la difamación, el sabotaje interno, la desidia laboral, la falta de rigor profesional, el abuso de poder, el control político de la radio local y de las publicaciones municipales, los movimientos de tierra para construir que en la actualidad se llevan a cabo en la Cornisa, las adhesiones inquebrantables y la exigencia de pleitesía política y sindical.

Izquierda Unida quiere dejar claro que, tras conocerse los resultados electorales, ha estado dispuesta a participar en un gobierno municipal de progreso, con un programa consensuado pero que al no recibir propuesta alguna, este concejal se votará a sí mismo. No obstante, mantendremos como método de actuación política el diálogo y la búsqueda del acuerdo, no sólo con las fuerzas políticas representadas en este Ayuntamiento, sino con todas las asociaciones, sociedades, entidades y con los vecinos y vecinas de Valencina. Queremos ser protagonistas, junto a ellos, del proceso cotidiano y esencial de construir la convivencia y la fisonomía de nuestro pueblo. Nos espera una ardua labor, que nos concierne a todas y a todos, para situar, de una vez, a Valencina en pleno siglo XXI.

Finalizo con una mención especial y muy personal. A las mujeres y hombres de Valencina que vieron cómo sus proyectos y objetivos personales y políticos fueron quebrados para siempre por la guadaña de la dictadura infame y criminal. Entre ellos se encontraba mi abuelo, que era un hombre bueno, socialista y el último Alcalde republicano de Valencina. Por su memoria y la de mi abuela, para mis padres y mi familia y para las familias de todas aquellas personas que sufrieron la pérdida de sus parientes y luego la venganza, el desprecio, el silencio y el olvido va dirigido este Acto de Constitución de este nuevo Ayuntamiento Democrático y, por supuesto, esta nueva Legislatura.

Sin más, SALUD Y REPUBLICA.

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