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viernes, 29 de diciembre de 2006

Entrevista de Aljarafe hoy a Francisco Arellano, Candidato de IU a la Alcaldía de Valencina

¿Cómo valora la situación política actual en Valencina de la Concepción? .

Más que hablar de la situación política en Valencina, que Izquierda Unida considera rica y esperanzadora porque la implicación de los vecinos a través de un movimiento ciudadano independiente y eficaz que alienta y enriquece, nos muestra que llevábamos razón cuando hablábamos de democracia participativa, y nos señala que democracia es más que elecciones cada cuatro años, hay que hablar de la situación política actual en su Ayuntamiento, que es un esperpento valleinclanesco.
Hoy, gobierna el PSIV, una escisión del PSOE, con el apoyo de dos concejalas tránsfugas del PP. Un gobierno legal, pero ilegítimo a todas luces, pues no cuenta con el apoyo de los vecinos de Valencina. Y al frente del gobierno municipal se mantiene un alcalde triste, sin autoridad, ni moral ni política, al que la mayoría plenaria le ha quitado competencias y que tiene las manos atadas porque no puede ejecutar el presupuesto de 2006, que se mantiene en un limbo jurídico.
Además vemos, en primer lugar, como el proyecto estrella de esta nefasta etapa, que es el PGOU, está tumbado de antemano por las últimas decisiones de la Junta de Andalucía en materia urbanística, que Izquierda Unidad espera su retirada definitiva, y como, en segundo lugar, la imputación de una persona de confianza del alcalde por dos delitos de malversación de fondos públicos y fraude en documento público, ha sacado a la luz pública los entresijos de una política que considera al vecino un estúpido y un simple elector.

¿Cuál es su valoración de la gestión del Alcalde, Adolfo Balseiro?

Ya sabíamos en Izquierda Unida que su gestión no iba a ser un modelo a seguir, por todo lo acontecido en su anterior mandato, Pero en esta etapa se ha superado con creces, simplemente su gestión no ha existido. Su grupo ha sido la oposición de la oposición. Así de simple, a pesar que se presentaron a las elecciones como los liberadores y libertadores de Valencina.
Para Izquierda Unida todo aquello fue una patraña, un engañabobos y las consecuencias de su paso por la Alcaldía no se han hecho esperar:
Utilización de las contrataciones municipales para crear una bolsa de votantes que les aseguren su permanencia en el Consistorio. El cierre de la radio pública. La contratación laboral de militantes de su partido. Permitir el abandono de su partido de la Mesa Ciudadana por otro trazado de la carretera A-8077. Consentir que la crispación política determine los Plenos Municipales. Mantener y aplicar unos criterios irracionales, arbitrarios y contrarios a las necesidades reales del Ayuntamiento en la contratación laboral. Alentar despidos laborales de trabajadores que no estaban en su onda política. No promover la participación ciudadana, ni la transparencia en la gestión municipal ni en la informativa. Pasar por alto que trabajadores y funcionarios municipales se vieran acosados por su personal de confianza, que además intentaba usurparles funciones, creando un descontento laboral importante. Amparar los criterios y objetivos del PGOU, contrarios a los intereses de los vecinos. Firmar convenios urbanísticos claramente favorables a las empresas constructoras. Fomentar la falta de comunicación con los vecinos y preferir el silencio a dar explicaciones sobre la crisis de este verano pasado, cuando prefirió huir de vacaciones, antes que afrontar su responsabilidad tras el abandono del PP y la denuncia sobre las subvenciones municipales, etc.
Como se puede comprobar la valoración del Alcalde y de su “gestión” no puede ser positiva. Un pésimo alcalde y un pésimo gestor.


- ¿Cómo cree que ha acogido el pueblo de Valencina este cambio en el equipo de gobierno?

La mayoría de izquierdas en Valencina nunca ha aceptado al equipo de gobierno que salió de la moción de censura de marzo de 2004. Muchas personas que optaron por el PSIV en las pasadas elecciones municipales, hastiadas de las formas y de las maneras de gobernar del PSOE, que pedían un cambio importante, no radical, se sintieron engañadas con el pacto PP-PSIV, pues ellos no habían votado izquierda para que con sus votos se alzara con la Alcaldía el PP. Desde ese momento muchos se sintieron traicionados y renegaron de su voto, otros de su militancia y todos esperaban ansiosos lo que ocurrió este verano, la ruptura del pacto PP-PSIV.
A día de hoy, apreciamos como la gente vuelve a sentir ansiedad porque termine esta etapa que considera negativa para el presente y futuro de Valencina. Una etapa donde ha predominado la crispación política y se ha creado un cisma social que tardará en cicatrizar. La provocación con saña y la descalificación del que hasta hace poco era compañero o compañera ha llegado a tal punto que se antoja difícil de reconducir y solucionar. Las posturas se han enconado tanto que el deterioro de las relaciones personales ha provocado que la crítica política se ciña al ámbito familiar, para evitar roces y enfrentamientos innecesarios e inusuales en Valencina.
- ¿Qué partido va a ser el gran beneficiado, a su juicio, por el revuelo formado en la localidad?

El gran perjudicado por la ruptura del PSOE fue Izquierda Unida, que en las anteriores elecciones municipales perdió el único concejal que mantenía en el Ayuntamiento. Ahora la situación política es distinta. Vemos esperanzados e ilusionados como un movimiento ciudadano muy comprometido con nuestro pueblo pretende y busca foros y lugares donde exponer, escuchar, discutir y decidir sobre los proyectos de futuro de Valencina. Esto nos hace albergar esperanzas porque Izquierda Unida ha apoyado, desde su nacimiento, a este movimiento social como un medio de asentar la auténtica democracia y de cambiar las formas, las maneras y las relaciones de gobierno, en este inicio del siglo XXI, con los vecinos.
Sin embargo, el fracaso político del pacto PP-PSIV aconseja calma porque aunque el PSOE puede ser el gran beneficiado, albergamos esperanzas de que los vecinos se den cuenta que tienen en Izquierda Unida a una fuerza política aliada, seria, de izquierdas, estable y capaz de comprometerse con sus aspiraciones de mejora, tanto personales como colectivas. Ese va a ser nuestro campo de batalla, hacer ver a los vecinos de Valencina que Izquierda Unida, desde la izquierda real, es la opción más segura, transparente y fiable de cara a afrontar los problemas y darles soluciones, que van a pasar ineludiblemente por la participación activa y real de todo el vecindario de nuestro pueblo, sin exclusiones ni desconfianzas. Este es nuestro reto y nuestra tremenda ilusión.
- ¿Cuál es, a su juicio, el principal problema de Valencina? ¿Cómo puede solucionarse?

Sin olvidar los problemas de funcionamiento interno del Ayuntamiento y de la imagen externa que hoy proyecta hacia los vecinos, la Valencina de 2006 tiene múltiples y variados problemas que necesitan de soluciones en un corto espacio de tiempo.
El planeamiento urbanístico, el acceso viario a Sevilla, las dificultades de acceso a la vivienda, la puesta en valor del rico Patrimonio Arqueológico, plan de mejora de los pequeños comercios y de las pequeñas industrias, la educación en valores, ampliación de las dotaciones escolares, sanitarias, bibliotecarias y culturales, la universalización de la asistencia social, alternativas de ocio para niños y jóvenes, el empleo público, la erradicación de episodios de violencia sobre personas y contra el equipamiento urbano, etc.
Pero quizás el problema más preocupante para la sociedad actual de Valencina sea el relacionado con el incierto futuro que nos pueda traer las ejecuciones que se prevean en el Planeamiento urbano. La solución que se le de será definitoria del porvenir de Valencina.

¿Qué propone su partido respecto a la planificación urbanística municipal?

Izquierda Unida en Valencina ha sido beligerante ante el PGOU que PP-PSIV iniciaron a los cuatro meses de ganar la moción de censura contra el PSOE y sigue siendo más beligerante aún, conociendo el desarrollo posterior del PGOU. Hemos pedido desde el principio que este Plan se retire y se comience de nuevo. Ahora, el PSOE y el PP tienen la oportunidad de hacerlo, ya no hay escusas. El actual está acabado después de las últimas decisiones de la Junta de Andalucía. Antes ni servía reformarlo, ni paralizarlo, ahora sólo es útil para conocer lo que no se debe hacer.
Creemos que el planeamiento urbano de Valencina debe ser un plan que cuente con la participación activa de todas las fuerzas políticas, sociales y ciudadanas de Valencina, sin exclusiones, porque el futuro de nuestro pueblo va en ello. Su propuesta urbanística no debe parecerse a los ejecutados en distintos pueblos del Aljarafe, no queremos que nuestro pueblo se convierta en una pequeña ciudad, queremos que siga siendo un pueblo. Su crecimiento urbano debe estar supeditado al crecimiento vegetativo de la población, al rico Patrimonio Arqueológico y debe ser respetuoso con el entorno medioambiental de Valencina.
Queremos que se construyan viviendas en Valencina, pero no 9.000, sino las necesarias para cubrir las necesidades de la población y que casi un 50% tenga algún tipo de protección o sean públicas. Pretendemos que las viviendas de protección oficial y las públicas tengan además derecho de tanteo y de retracto en beneficio del Ayuntamiento o de la empresa pública que se cree, para evitar que el dinero público empleado en ellas revierta sobre los que adquieran esas viviendas y se beneficien doblemente de ellas.
Queremos que se radiquen industrias y comercios en Valencina, pero no a cualquier precio, sino después de un estudio serio de las necesidades y carencias del municipio y de su entorno, Valencina no es un ente independiente. ¿Porqué construir un hiper en Valencina si hay 12 en un radio de 5 Km?
Queremos que el PGOU potencie los pequeños comercios y que estos diversifiquen sus productos y que, si es posible, la economía de Valencina tenga un referente importante en estas pequeñas empresas. Además aspiramos que estas empresas creen empleo estable y que no se aprovechen de sus empleados, que cobren adecuadamente y trabajen lo estipulado.
Pretendemos que las plusvalías de los terrenos de Valencina reviertan en Valencina y no que los beneficios de los que venden sus parcelas se inviertan en Matalascañas o en Costa Ballena. En definitiva debe ser un PGOU de los vecinos y para los vecinos y no estar al servicio de las empresas constructoras e inmobiliarias ni beneficiar a los especuladores de suelo.
¿Cómo ve a Valencina en relación a otros municipios del Aljarafe?

Muchos vecinos tienen la percepción que Valencina se ha quedado atrás en relación con los pueblos del entorno, tanto en las posibilidades de crecimiento como en los servicios públicos y privados. Posiblemente esto puede ser así, pero no es menos cierto que la mayoría de los pueblos vecinos han basado su “progreso” en un crecimiento brutal de su población por medio de un desarrollo espectacular y, a nuestro juicio, pernicioso del crecimiento urbanístico.
Izquierda Unida cree posible el crecimiento y progreso de Valencina sin la necesidad básica del dinero que proviene de un urbanismo expansivo y devorador de suelo. Es posible y necesaria la ejecución de otras políticas que generen empleo y riqueza, que se prospere sin dañar al medio ambiente y a los yacimientos arqueológicos, y también debemos encontrar fórmulas para que Valencina saque provecho económico, cultural, turístico y educacional a estos Monumentos antiguos que tenemos la suerte de tener en nuestro subsuelo y la obligación de seguir descubriendo y de ponerlos en valor para bien de nuestro pueblo, de nuestros hijos y de la comunidad científica.

- Se ha hablado mucho de la posibilidad de una moción de censura que sería suscrita por PP y PSOE para desalojar de la Alcaldía a Balseiro. Esto sólo es posible si previamente dimitieran los ediles populares Tosca y Becerra, que legalmente no pueden presentar una nueva moción de censura en este mandato. ¿Cómo ve la situación?

Casi todo el mundo ve una posible solución a la situación anormal que se vive hoy en el Ayuntamiento de Valencina. Izquierda Unida la planteó por escrito en una nota de prensa y directamente se lo ha planteado a representantes del PSOE y del PP. La negativa del PSOE a esta posibilidad es tajante, el silencio del PP elocuente. Ellos sabrán. Los dos partidos se lo deben al pueblo de Valencina, el PP porque es directamente culpable de esta situación que se les ha ido de las manos y que no supieron calcular sus consecuencias; el PSOE debe dar una satisfacción a los vecinos porque durante muchos meses, después de la moción de censura, su labor de oposición ha sido tan simbólica como ineficaz, en relación con los medios que dispone.

- La suya es una formación de izquierdas en un pueblo en el que la izquierda logró en las últimas municipales 9 de los 13 concejales posibles. ¿Existe realmente un sitio para que IU pueda hacerse un hueco entre los valencineros de izquierda?

Izquierda Unida en casi todas las legislaturas ha tenido representación municipal en el Consistorio de Valencina. Izquierda Unida, antes el Partido Comunista, ha tenido y tiene un electorado muy fiel que es posible ampliar si somos capaces de comunicar nuestras inquietudes y nuestras ideas a los vecinos sobre el progreso social de Valencina, aunque también es cierto que si nos olvidamos de lo que somos, de dónde venimos y de lo que representamos nuestra gente no nos lo va a perdonar. Otros pueden mentir, pueden traicionar, pueden pactar con el mismo diablo, casi todo se le perdona. A nosotros, no. Izquierda Unida tiene una deuda importante con sus militantes y sus simpatizantes, que en Valencina son bastantes y que son personas cabales y comprometidas con su pueblo. Esa deuda la vamos a solventar en estas elecciones municipales con su ayuda, y esta vez no les vamos a defraudar.

- ¿Qué espera de las próximas elecciones municipales?

Gobernar el Ayuntamiento de Valencina con los vecinos.

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